Para responder a esta pregunta, es necesario explicar primero que entendemos por "mascarilla" y que tipos de ellas existen. Actualmente se esta cometiendo un gravísimo error ya que dentro del termino "mascarilla" se engloba a mascarillas de tela, mascarillas quirúrgicas y también respiradores FFP, otorgándoles a todos ellos las mismas propiedades y características, lo cual es completamente erróneo.
La única característica que comparten los tres elementos anteriormente mencionados es que son barreras físicas que se colocan delante de las vías respiratorias, pero la utilidad practica de cada uno de ellos es bien diferente.
Existe un primer grupo de, mal llamadas, mascarillas que cumplen el estándar europeo FFP (EN 149:2001) y han sido diseñadas para PROTEGER las vías respiratorias contra partículas. Este tipo de de artículo se le denomina técnicamente respirador (proveniente del termino anglosajón respirator) y es un EPI (Equipo de Protección Individual) porque cumple una serie de requisitos específicos en su confección y debe superar unas pruebas concretas de eficacia. Están diseñadas para filtrar partículas y existen tres niveles de eficacia el FFP1, FFP2 y FFP3.
Este tipo de EPI, los respiradores FFP, están indicados para entornos donde existan partículas en suspensión que sean nocivas para el ser humano, como por ejemplo: aerosoles de origen químico en un taller de pintura, aerosoles de origen biológico conteniendo patógenos en zonas sanitarias, partículas radioactivas en zonas contaminadas con isotopos radiactivos, etc.
La función principal es evitar que esas partículas que son o contienen sustancias/agentes nocivos alcancen a contaminar/infectar nuestras fosas nasales y cavidad bucal, para ello, el aire que inhalamos es filtrado a través de las diversas capas de las que están compuestos los respiradores. Debido a la alta resistencia al paso del aire ofrecida por los tejidos que forman las capas, las mas eficaces (FFP3) suelen ir dotadas de una válvula de exhalación para que al exhalar se evite la perdida de ajuste con la piel del rostro. En este tipo de respiradores FFP el ajuste con el rostro es muy elevado y es lo que permite conseguir un rendimiento optimo en el filtrado.
Otro tipo de mascarillas son las ampliamente conocidas mascarillas quirúrgicas. Están son las que se va usted a encontrar que lleva el dentista cuando va a una consulta odontologica o las que llevan los cirujanos en la sala de operaciones. Son unas sencillas barreras higiénicas para reducir la probabilidad de que partículas biológicas de las vías respiratorias de los portadores(doctores) se depositen sobre las zonas, mucosas, vísceras sobre las que se esta trabajando, evitando así posibles complicaciones/infecciones.
Estas mascarillas no filtran el aire de partículas, tienen un ajuste muy pobre y el aire exhalado, junto con todas las partículas o aerosoles biológicos del portador es expulsado por los laterales de la mascarilla hacia atrás. Este tipo de mascarilla NO SON EPIs y NO PROTEGEN las vías respiratorias de las partículas ni al que las lleva ni a los que los rodean. Son, como hemos comentado, una prenda de un solo uso que permite aumentar la higiene en unas circunstancias muy concretas, y durante un tiempo determinado, como es una intervención quirúrgica. Se consideran Productos Sanitarios por lo que están sometidos al reglamento 2017/745 del parlamento Europeo sobre productos sanitarios. Respecto a su fabricación, deben cumplir ciertos criterios que viene descritos en la norma UNE-EN14683:2019. Según esta norma existen dos tipos el I y II, pudiendo ser el tipo II también resistente a salpicaduras denominándose Tipo IIR.
Por último, las mascarillas de tela se utilizan, al igual que las anteriores, como medida de higiene, pero éstas no están sometidas a ninguna normativa. Se pueden ver en servicios de hostelería o cocinas de restaurantes cuando se manipulan alimentos. Su función es la de crear una barrera que evite que fluidos o partículas biológicas del portador se depositen sobre los alimentos u otras sustancias manipuladas. Evidentemente, NO SON EPIs y NO PROTEGEN las vías respiratorias de las partículas ni al que las lleva ni a los que los rodean.
Se viene repitiendo constantemente desde altas instancias y por los medios de comunicación que hay que llevar mascarilla para proteger a los demás. Esa afirmación es un completo despropósito.
Vamos a ver, si estuviera usted infectado por el virus ébola y encerrado en una habitación con una persona querida, ¿cree usted que poniéndose una mascarilla de tela o quirúrgica iba usted a proteger a esa persona querida? La realidad es que esa persona estaría totalmente expuesta. En esa situación el único elemento que puede ser de utilidad a esa persona querida es un respirador FFP3 y lo tendría que llevar correctamente colocado para protegerse de usted (persona infectada).
Por este motivo, y en mi opinión, las únicas personas que deberían utilizar algún tipo de "mascarilla" seria el personal sanitario y/o aquellas personas que estén expuestas directamente o exista un elevado riesgo de estar expuesto a un agente biológico, en cuyo caso debería utilizar respiradores FFP3 durante el periodo de exposición.
Para el resto de la población sana no hay necesidad alguna de portar ningún tipo de mascarilla en su vida diaria, ni en interiores ni exteriores. No hay, a día de hoy, ningún estudio o informe riguroso que determine que el uso de estas prendas de forma masiva reduce la tasa de contagios.
Por lo tanto, habría que preguntarse porque se obliga en masa a toda la población a llevar mascarilla como si eso fuera un antídoto mágico a todos los problemas. Tal y como ya mencioné en mi primer post, en una situación de incertidumbre, quien tiene las riendas del poder tiene el concovid negocio incertidumbretrol para proporcionar a la población la sensación de seguridad necesaria, incluso aunque ésta implique que la población tenga que llevar a cabo conductas completamente extravagantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario